La travesía tuvo que ser abortada después de 56 días de viaje por el Océano Atlántico debido a un peligroso frente de tormenta.El capitán y jefe de la expedición, Dominique Görlitz, así como ocho tripulantes de la balsa “Abora III” que partieron del puerto de New York el día 11 de julio del 2007, abandonaron la embarcación y se pasaron a un bote de apoyo.
Dijo Michael Grnert, portavoz de la expedición: “La balsa había sufrido en los últimos días el embate de varias tormentas y las averías habían sido reparadas en alta mar en forma muy rudimentaria, por lo que era improbable que pudiera resistir los efectos de una nueva tormenta”.
Esto se decía en la prensa antes de que la balsa zarpara:
Esta es la última posición registrada del Abora III, a unos 900 kilómetros de las Islas Azores.
Muchos expertos han criticado al jefe de la expedición, el alemán Dominique Görlitz, por que esta arriesgando mucho: La expedición no cuenta con ningún barco de apoyo, ningún navegante a bordo, y tampoco cuentan con un médico para la tripulación. También se ha advertido que este año las corrientes del Atlántico son muy diferentes a las de otros años, y de que cerca de las Islas Canarias existen vientos y corrientes desconocidas. Por otra parte, también se ha criticado la forma de construcción del timón que es una de las grandes debilidades de la embarcación. Ya que debido a las olas del Atlántico, el timón podría moverse fuertemente de un lado al otro y poner en peligro la vida del timonel. Posiblemente, ese fue uno de los motivos por los cuales el skipper de la expedición renuncio semanas antes de su inicio.
Como medidas de seguridad, el Abora III lleva un equipo de radio, radar, 2 teléfonos satelitales, yachtwacher, y sistema de comunicación de datos. Cada miembro de la tripulación cuenta con un chaleco salvavidas, y el Abora III también lleva 2 islas salvavidas inflables. Otro problema con el cual esta enfrentando la expedición Abora III es que no cuentan entre la tripulación con un navegante con experiencia en cruzar el Atlántico. Los 11 miembros de la tripulación solo han navegado por el Mediterraneo. Se espera que al llegar a las Islas Azores, un navegante experimentado se les pueda unir. Ya que en nuestro medio, esta aventura de la nueva edad de piedra en pleno Siglo 21 en la que participa un barco de totora Made in Bolivia no ha tenido la cobertura que se le debería dar.
Muchos expertos han criticado al jefe de la expedición, el alemán Dominique Görlitz, por que esta arriesgando mucho: La expedición no cuenta con ningún barco de apoyo, ningún navegante a bordo, y tampoco cuentan con un médico para la tripulación. También se ha advertido que este año las corrientes del Atlántico son muy diferentes a las de otros años, y de que cerca de las Islas Canarias existen vientos y corrientes desconocidas. Por otra parte, también se ha criticado la forma de construcción del timón que es una de las grandes debilidades de la embarcación. Ya que debido a las olas del Atlántico, el timón podría moverse fuertemente de un lado al otro y poner en peligro la vida del timonel. Posiblemente, ese fue uno de los motivos por los cuales el skipper de la expedición renuncio semanas antes de su inicio.
Como medidas de seguridad, el Abora III lleva un equipo de radio, radar, 2 teléfonos satelitales, yachtwacher, y sistema de comunicación de datos. Cada miembro de la tripulación cuenta con un chaleco salvavidas, y el Abora III también lleva 2 islas salvavidas inflables. Otro problema con el cual esta enfrentando la expedición Abora III es que no cuentan entre la tripulación con un navegante con experiencia en cruzar el Atlántico. Los 11 miembros de la tripulación solo han navegado por el Mediterraneo. Se espera que al llegar a las Islas Azores, un navegante experimentado se les pueda unir. Ya que en nuestro medio, esta aventura de la nueva edad de piedra en pleno Siglo 21 en la que participa un barco de totora Made in Bolivia no ha tenido la cobertura que se le debería dar.
Croker Nauta.
Información gentileza de prensa.com (Panamá).
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